“Un lugar diseñado para que te sientas bien”
La casa es un antiguo molino restaurado con muy buen gusto (mención especial a las manderas) pero, sobre todo, el resultado es un sitio especialmente confortable: espacios grandes y bien iluminados, un jardín del que no quieres salir, una cocina totalmente equipada, salones confortables, dormitorios amplios, baños con duchas excelentes, camas con colchones, almohadas y sábanas de gran calidad, zapatillas para estar en casa, nevera "honesty" junto a la de los huéspedes, etc. etc. Aún así, lo mejor del sitio es el dueño, Paul. Su implicación para que te sientas bien en la casa y en la zona son totales. Le gusta acoger a gente en su casa y se nota: más que un casero, se comporta como un amigo.